Pasear por una villa romana es posible en Navarra. Lo es en la Zona Media de la Comunidad Foral, a algo más de 30 kilómetros al suroeste de Pamplona. Aquí encontrarás Andelos, donde los romanos se asentaron en el siglo I a.C. en un poblado cuyo origen se remonta a la Edad del Hierro. Si las piedras hablaran...
… te aconsejarían, como yo, que empezaras tu recorrido por la villa romana de Andelos con la visita al Museo Arqueológico. Aunque dispongas de poco tiempo, merece la pena dedicar unos minutos a situarte en la época a la que vas a viajar a través de un breve vídeo y de unos paneles que te mostrarán el urbanismo de la villa, las comunicaciones, las termas públicas o el sistema de abastecimiento de aguas, lo más sorprendente de Andelos.
Y, ahora sí, entra en la ciudad romana. Las primeras piedras del camino se levantan en lo que era el barrio artesanal de Andelos. A tu izquierda, verás las que formaban parte de una calle porticada, conocida como cardo, que se extendía de Norte a Sur, y al final de la cual se hallan las que sostenían parte del acueducto que abastecía de agua a esta parte de la ciudad.
Al otro lado del camino, una lavandería (fullonica) conserva una pileta, que se cree que estaba conectada al acueducto por un canal.
La conducción del agua terminaba un poco más adelante, en el castellum aquae, el depósito desde el que se repartía por la ciudad, tanto a las fuentes públicas, como a las termas, y a las casas de las familias más ricas. De esta construcción se ha conservado una plataforma rectangular de grandes piedras labradas que, según los expertos, estuvo cubierta por una bóveda.
A ambos lados de una de las vías romanas que cruzaban Andelos de Este a Oeste (decumanus), se observan restos del poblado medieval que habitó aquí hasta el siglo XIV. Se cree que la peste de 1348 y la falta de recursos llevaron al abandono del lugar.
También de la Edad Media se conserva la ermita de Nuestra Señora de Andión, nombre que sustituyó al de Andelos durante esta época.
Al este de los restos del despoblado medieval, se encontró una de las puertas que daban acceso a la villa romana, que entonces estaba rodeada por una muralla con sus torres defensivas.
Y al norte, el barrio residencial de la ciudad romana. Es en él donde se halla la conocida como la casa del peristilo, debido a su patio rodeado de columnas, cuyo uso se ha datado entre los siglos I y III d.C.
Si avanzas por el decumanus maximus (vía principal perpendicular al cardo) hacia el este de la ciudad, llegarás a la casa del Triunfo de Baco, nombre dado por el mosaico que decoraba el suelo del comedor (triclinium) y que representa el triunfo del dios del vino; fechado entre los siglos I y II d.C., el mosaico se expone en el Museo de Navarra.
Algunas de las piedras de la parte alta de la villa romana cumplían más de una función: las termas públicas eran, a la vez que lugares de aseo, espacios donde desarrollar la vida social. Contaban, poco más o menos, con las instalaciones propias de un centro deportivo moderno, desde los vestuarios a la zona de ejercicio y a las saunas.
Los restos de una vivienda más se hallan en la parte nororiental de la villa, la casa del impluvium. El impluvium era el espacio abierto del patio interior de una vivienda romana donde se recogía el agua de la lluvia procedente de los tejados y donde se situaba un estanque.
Puedes subir al pequeño mirador que hay junto a esta casa, para tener una mejor perspectiva de la parte alta de la villa romana, sus termas, sus calles y sus casas.
Sistema de abastecimiento de aguas
La visita a Andelos no termina en las ruinas de la villa romana. Una vez que salgas de la ciudad, acércate hasta el depósito regulador de agua, a unos 300 metros. Con una capacidad para almacenar más de 7.000 metros cúbicos de agua, su fin era embalsar el agua que se traía desde la presa de Iturranduz.
Desde este depósito, un acueducto conducía el agua hasta el otro depósito, el castellum aquae, que, como te he contado, la distribuía por la ciudad.
La presa de Iturranduz, conocida también como el puente del Diablo, se halla en el límite de los municipios de Mendigorría y Cirauqui, a poco más de 2 kilómetros de Andelos. Construida en dos fases, entre los siglos I y II d.C., aprovechaba una hondonada natural que le permitía recoger, según los expertos, unos 20.000 metros cúbicos de agua.
Cómo ir desde Pamplona
La villa romana de Andelos se encuentra a unos 30 kilómetros de Pamplona. Sal de la capital navarra por la A-12, en dirección a Estella, y toma la salida 23 hacia la carretera NA-601, en dirección a Puente la Reina (Oeste)/Mendigorría, hasta la comarcal NA-6031.
Después de Mendigorría, un cruce señala, a tu derecha, Muruzábal de Andión; pasada esta localidad, un último desvío a un kilómetro y medio, esta vez hacia la izquierda, te lleva hasta la entrada a la villa.
Y a ti, ¿te gustaría escuchar las historias que cuentan estas piedras?
en unos añicos me las enseñas.....
ResponderEliminarDaniel
¡Hecho!
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