Qué ver en Londres

Londres fue mi primer viaje fuera de España. El verano de 1994 decidí trabajar como au pair en la capital del Reino Unido, porque me par...

Qué ver en Londres

Londres fue mi primer viaje fuera de España. El verano de 1994 decidí trabajar como au pair en la capital del Reino Unido, porque me pareció una manera estupenda de mejorar mi inglés, a la vez que me permitía conocer la ciudad en mi tiempo libre. He vuelto a Londres dos veces, la última para hacer de guía a mis padres, una experiencia que espero repetir.

La lista de lugares que ver y cosas que hacer es, como te imaginarás, interminable en una ciudad como Londres. Así que hay que elegir. Esta es mi lista de imprescindibles.

La Abadía de Westminster


Torres de la Abadía de Westminster
La Abadía de Westminster, fundada por los benedictinos en el siglo X, es conocida sobre todo por ser el lugar donde se coronan reyes y se entierran figuras históricas famosas. Entre las coronaciones, la primera de la que se tiene constancia es la de Guillermo el Conquistador, en 1066, y la última, en 1953, la de la Reina Isabel II, que con sus 90 años es el monarca británico más longevo.

Y entre los personajes enterrados en esta iglesia, destaca la popular Princesa de Gales, lady Di.

La Catedral de Westminster
Inesperado es, generalmente, el descubrimiento de la Catedral de Westminster. Salvo en el nombre, no tiene nada que ver con la Abadía, de la que le separan menos de 15 minutos andando. Inspirada en una basílica bizantina, la catedral se construyó en ladrillo y decoró su interior con mármol y mosaicos. 
La Catedral de Westminster

Otro de sus atractivos es la torre o campanario. Con más de 80 metros de altura, ofrece una buena panorámica de Londres desde una galería situada a 64 metros. Una pega, la entrada a la torre no está incluida en la visita a la catedral.

Big Ben y el Parlamento
Uno de los símbolos de Londres, Big Ben es como se denomina a la Torre de Elizabeth situada en un lado del Parlamento inglés, así como a su reloj y su campana, aunque en un principio se dio el nombre únicamente a esta última.

Pasear detrás del reloj y ver cómo funciona, o disfrutar de las vistas desde sus más de 60 metros es un privilegio que solo pueden disfrutar los residentes del Reino Unido. Y desde principios de 2017 hasta 2020, ni siquiera ellos, porque se va realizar una remodelación de la torre.

El Big Ben, icono de Londres

Lo que sí podemos visitar los turistas es el Parlamento. Las opciones son varias, desde la tradicional visita guiada a una que añade la comida (comprueba los precios antes de decidir...) o incluso ver los debates de forma gratuita sobre temas actuales o propuestas de nuevas leyes en ambas Cámaras visitando las galerías públicas.

Parlamento londinense

El Palacio de Buckingham y el Cambio de la Guardia
Residencia de la Reina Isabel II, el Palacio de Buckingham se puede visitar en verano (generalmente, agosto y septiembre), durante las vacaciones que la monarca pasa en Escocia. 

El Palacio de Buckingham, residencia de la Reina Isabel II

No obstante, merece la pena ir en cualquier época, porque el espectáculo más deseado por los turistas tiene lugar prácticamente todo el año: el Cambio de la Guardia. La cita es a las 11.30 horas, todos los días desde abril hasta julio incluido, y en días alternos entre agosto y marzo. Eso sí, si quieres verlo bien, tendrás que ir temprano y soportar pacientemente la espera, los empujones de la multitud... y tener en cuenta que, si hace mal tiempo, pueden suspenderlo hasta 15 minutos antes. 

El Cambio de la Guardia

La Galería Nacional


La plaza de Trafalgar, con la Columna de Nelson
La Galería Nacional es un museo con más de 2.000 obras de arte, que suponen una muy buena muestra de la pintura europea occidental desde el siglo XIII hasta principios del XX.

Entre las joyas de las que presume se encuentran el Autorretrato a los 34 años, de Rembrandt; Los girasoles, de Van Gogh; La Venus del Espejo, de Velázquez, o Doña Isabel de Porcel, de Goya.

La entrada es gratuita para la colección permanente, no para las exhibiciones temporales (los precios varían según la exposición).

En su página web tienes un plano, útil para localizar las épocas artísticas de tu interés, también en versión imprimible.

La Galería Nacional se halla al norte de la plaza de Trafalgar, donde se alza la Columna de Nelson, en honor al almirante inglés que venció a Francia y España en la Batalla de Trafalgar (1805).


La Catedral de San Pablo
La Catedral de San Pablo es otro de los iconos de Londres. Reconstruida en 1666 tras su completa destrucción por el conocido como Gran Fuego de Londres, su cúpula sobresale en la City londinense, uno de los distritos financieros más importantes de toda Europa. Aprovecha para pasear por esta zona en la que trabajan más de 300.000 personas.

La entrada incluye la planta principal de la Catedral, además de la cripta y las tres galerías en la cúpula. Si quieres alcanzar el punto más alto de la cúpula, a 85 metros, debes saber que el único medio son las escaleras: 257 escalones hasta la Galería Susurrante, en la que puedes comprobar si un susurro contra una de sus paredes se oye en el lado opuesto; 376 escalones hasta la Galería de Piedra, que rodea el exterior de la cúpula a una altura de 52 metros, y 528 escalones para descubrir Londres desde 85 metros de alto, en la Galería de Oro.

La Torre de Londres
La Torre de Londres es, para mí, una de las fortalezas más bellas que he visitado. Conocerás, por ejemplo, la Torre Blanca, la primera construcción que fue iniciada por Guillermo el Conquistador en el siglo XI, o la Puerta de los Traidores, por donde se cuenta que hacían pasar a los presos acusados de traición. 



La Torre Blanca de la Torre de Londres

Aunque lo más interesante es disfrutar de representaciones que recrean diferentes momentos de la historia británica relacionados con la Torre o las visitas guiadas que hacen los Yeoman Warders, llamados coloquialmente beefeaters. Formaban la Guardia Real desde el siglo XVI y, convertidos en otro símbolo londinense, cuentan ahora historias de intriga, ejecuciones...

El Puente de la Torre
Para un momento y disfruta de la vista de este precioso puente sobre el río Támesis. Y, si lo planificas con antelación, puedes ver cómo levanta sus brazos al paso de los barcos, porque sí, todavía funciona.

El Puente de la Torre

Visita el interior del puente si quieres conocer cómo funciona, descubrir sus salas de máquinas o pisar el suelo de cristal a 42 metros sobre el Támesis.


Consejos
. En un viaje breve, la mejor opción es patear la ciudad, dividiéndola en zonas, antes que centrarte en uno o dos barrios en profundidad. 

. Muévete en autobús, mejor que en metro; así, podrás ver, al menos, lo que no te dé tiempo a conocer. 

. Para alargar la visita al barrio de Westminster, donde se encuentran la Abadía y la Catedral de Westminster, el Big Ben y el Parlamento, así como el Palacio de Buckingham, puedes caminar por la calle Whitehall, que te llevará a la famosa Downing Street. 

En su número 10, residen los primeros ministros del Reino Unido desde 1735; debes saber que una verja de hierro te impedirá acercarte más allá del inicio de esta, en realidad, callejuela.

. Una de las atracciones de los últimos años, desde su inauguración en 2000, es London Eye, la noria mirador de 135 metros de altura situada en el distrito de Lambeth, en la orilla del Támesis opuesta a Westminster. 

Reconozco que después de haber disfrutado de las vistas desde la Catedral de Westminster o el Puente de la Torre en mi primera visita a la ciudad, no me ha seducido el 'Ojo de Londres'. Pero si te llama la atención, echa un vistazo a las propuestas de su página web. 

. Si no te gusta la colección de pintura que te ofrece la Galería Nacional, puedes elegir entre un montón de museos de entre esta lista.  


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