El acceso a las cuevas se halla en la antigua carretera que unía Zugarramurdi con la localidad francesa de Sara. Una vez dentro, dos caminos se abren ante ti. La disyuntiva es descender directamente a la Cueva Grande, cuya boca ves desde lo alto de las escaleras que siguen a la taquilla, o acercarte hasta el mirador desde el que contemplar los verdes prados que te rodean. Esta es la opción que te recomiendan cuando compras tu entrada, tal vez, para prolongar un poco más el misterio...
Si haces caso de la recomendación, el recorrido te guiará, después del mirador, hasta un puente que cruza el Arroyo Olabidea o Arroyo del infierno (Infernuko erreka en euskera), el culpable de haber ido desgastando a lo largo de los siglos la roca caliza de esta zona, cubierta en un tiempo por el mar, y haber originado así las distintas cuevas que forman este complejo kárstico superficial.
La galería principal de este conjunto es la Cueva Grande o Cueva de las Brujas, con unos 120 metros de longitud y alrededor de 10 metros de altura.
A la salida, se hallan unas cuevas pequeñas que también tienen su encanto. Atrévete a colarte en su interior.
Por último, una breve subida por escaleras te llevará a las Cuevas del Aquelarre, unas galerías altas que miran a la principal y que se encuentran junto al prado que les da nombre. Se cuenta que este lugar fue testigo de reuniones de los vecinos de Zugarramurdi en las que se comía, bebía y bailaba, y en las que hubo quien vio reuniones de brujas con el diablo, personificado en un macho cabrío negro. Una denuncia de estos supuestos aquelarres dio origen al proceso que llevó a la hoguera a 11 personas acusadas de brujería en el conocido como Auto de Fe de Logroño (1610).
En la actualidad, todos los 18 de agosto, en las cuevas de Zugarramurdi se celebra el zikiro-jatea, una fiesta gastronómica en la que se come cordero asado a la estaca y que conmemora el pasado brujeril de la localidad.
Conocer más
El Museo de las Brujas de Zugarramudi ocupa un antiguo hospital de la localidad, que fue rehabilitado y que se inauguró en 2007. Muestra las formas de vida de sus habitantes en el siglo XVII, sus costumbres y su conocimiento de la naturaleza, que sabían aprovechar para curar algunas enfermedades, frente a mitos, leyendas, envidias y miedos.
Información práctica
. Calendario de apertura y precios
Puedes consultar los horarios y días de apertura, además de los precios, en la página de Zugarramurdiko Garapena, la sociedad gestora del patrimonio de Zugarramurdi.
Toma la Nacional 121-A en dirección a Francia y, poco antes de Oronoz-Mugairi, accede a la Nacional 121-B que sigue hacia Elizondo. Pasado el puerto de Otsondo, puedes seguir hasta Dantxarinea, en la frontera con Francia, y tomar aquí la carretera comarcal NA-4401 a Zugarramurdi, o seguir las indicaciones a las cuevas de Urdax y aprovechar, no solo para acortar la distancia, sino para disfrutar de estas preciosas cuevas prehistóricas.
¿Te atreves a visitar Zugarramurdi?
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