Bhaktapur y Patan, ciudades monumento del Valle de Katmandú

El Valle de Katmandú, en Nepal, cuenta con siete conjuntos de monumentos considerados Patrimonio de la Humanidad por la Unesco, ent...


Bhaktapur y Patan, conjuntos monumentales Patrimonio de la Humanidad

El Valle de Katmandú, en Nepal, cuenta con siete conjuntos de monumentos considerados Patrimonio de la Humanidad por la Unesco, entre los que se encuentran las plazas Durbar de Bhaktapur y Patan.

Mi primera visita cuando viajé a Nepal en 2011 fue a Bhaktapur, la tercera ciudad más grande del Valle de Katmandú. Me encantó pasear por calles y callejuelas libres de tráfico; descubrir un templo de cinco plantas, el más alto del valle; observar a un líder espiritual que atravesaba la ciudad con sus seguidores, o degustar la comida, que pedimos “con poquitas especias”, especial para los turistas con precauciones: una sopa de tomate, arroz con borraja, yogur casero y té con leche.

Conocida como la ciudad de los devotos, Bhaktapur se encuentra a menos de 20 km al este de Katmandú, la capital nepalí, con la que comparte el honor de ser una de las tres ciudades reales en el valle. La tercera es Patan.


Entrada a la plaza Durbar de Bhaktapur, destruida por los terremotos de 2015

Bhaktapur 

Bhaktapur fue fundada, según algunos estudiosos, por el rey Ananda Malla en el siglo XII y fue la capital del reino de esta dinastía durante los tres siglos siguientes.

Una vez en la plaza Durbar de Bhaktapur, entramos en el Palacio de las 55 ventanas por la Puerta Dorada (Golden Gate), aunque la parte más bonita se reserva para la visita de los hindúes. El palacio Nyaynyapa Jhya, que destaca por esas 55 ventanas talladas, especialmente las de la segunda planta, alberga la Galería Nacional de Arte. Ha tenido que ser apuntalado como consecuencia de los terremotos de 2015.


Palacio de las 55 ventanas, Bhaktapur

Dos templos han sido, además, destruidos en esta plaza por esos seísmos: Vatsala Devi, que se encontraba detrás de la columna que sostiene al rey Bhupatindra, de la dinastía Malla, y Kedarnath (Shiva), de terracota, situado en una de las esquinas de la plaza. 


La ciudad conserva diez monumentos más en esta plaza, construidos entre los siglos XII y XVIII.

Entre las pagodas, el templo de piedra Vatsala Devi, destruido por los terremotos de 2015

A la izquierda de la imagen, el templo de terracota Kedarnath, destruido por los terremotos de 2015

Callejeamos por Bhaktapur, después de la visita al palacio, siguiendo las recomendaciones de la guía Lonely Planet, aunque con dificultades para reconocer calles y templos, salvo aquellos cuya fotografía aparecía en el folleto que nos repartieron en la entrada.

Así, nos acercamos hasta la plaza Taumadhi, donde nos aguardaba el templo de cinco plantas, Nyatapola, el más alto del valle, que se ha mantenido en pie tras los terremotos. 


El templo de cinco plantas, Nyatapola, en la plaza Taumadhi

En el centro de la plaza, una carroza abandonada parecía recordar que habían celebrado el desfile del año nuevo nepalí apenas dos días antes de nuestra llegada. Se trata de la celebración del Bisket Jatra, en la que varios carros desfilan por las calles de Bhaktapur mientras todos intentan subirse.

Era el año 2068.


Uno de los carros del festival Bisket Jatra, en Bhaktapur

Patan
Otra visita imprescindible en el Valle de Katmandú es Patan, o Lalitpur, que en sánscrito significa 'Ciudad de la belleza'.

Esta ciudad, que se cree que fue construida en el siglo III a.C. por la dinastía Kirat, se encuentra a unos 5 km al sur de la capital nepalí.

Llena de arte religioso, con 19 edificios históricos entre templos y monasterios, Patan destaca por su plaza Durbar, Patrimonio de la Humanidad por la Unesco. Y ha tenido la suerte de ser el conjunto monumental menos afectado por los terremotos de 2015.


La plaza Durbar de Patan

La plaza Durbar de Patan
Lo que más me impresionó de la plaza de Patan fue el templo Krishna Mandir, un edificio de piedra de estilo hindú que despunta entre todos los demás monumentos de este conjunto que rodea el Palacio de los reyes Malla.

El templo, construido por el rey Siddhi Narasingha Malla en el siglo XVI d.C., representa las epopeyas indias Mahabharata y Ramayana 
con escenas de arte bajorrelieve

Krishna Mandir, en la plaza Durbar de Patan

También se encuentra en la plaza el Museo de Patan, un antiguo palacio de la dinastía Malla del siglo XVIII que custodia estatuas de bronce y objetos religiosos, algunos de ellos del siglo XI. 


Fachada del Museo de Patan

Algunas piezas del Museo de Patan

Datos prácticos
Fuimos desde Katmandú a Bhaktapur en taxi, por 700 rupias. La entrada en la plaza Durbar nos costó 1.100 rupias (o 15 dólares), en abril de 2011.

Puedes alargar la visita a esta ciudad con las dos plazas Pottery que, como su nombre indica, se utilizan para exponer piezas de cerámica, una industria tradicional en Bhaktapur. Una se encuentra al suroeste de la plaza Taumadhi y la otra, al sur de la plaza Dattatraya (al este de la ciudad).

A Patan, fuimos andando desde Katmandú. Desde el barrio de Thamel hay unos 5 km hasta la plaza Durbar de Patan: seguimos por la carretera Arniko; cruzamos el puente sobre el río Bagmati; subimos hasta Sankhamul, y llegamos a la estupa norte de Patan. 
De esta forma, descubrimos otra parte de la capital nepalí. 

La entrada nos costó entonces 200 rupias.



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