El Círculo Dorado es una de las rutas más visitadas de Islandia. Y lo es porque en ella descubres tres de las muchas maravillas de este país: Thingvellir (o Pingvellir), el lugar donde se creó el parlamento islandés, Althingi (Alpingi), en el año 930; Gullfoss, la cascada más conocida de Islandia, y el valle de Haukadalur, donde se encuentra el Geysir que da nombre a todos los géiseres del mundo.
Thingvellir, el valle del Parlamento
En el año 930, fue fundado el Althingi, una de las instituciones parlamentarias más antiguas del mundo, aquí, en Thingvellir que, en islandés significa “Valle del Parlamento”.
Los líderes de la nación se reunían unas dos semanas hacia la mitad del mes de junio, aprobaban leyes e impartían justicia en la orilla norte de Þingvallavatn, el lago natural más grande de Islandia; la última de esas reuniones tuvo lugar en 1798.
Se trata, por tanto, de un lugar con un gran significado histórico, pero también digno de visitar por sus características geológicas, ya que este valle se formó a causa de la ruptura entre dos placas tectónicas, la americana y la euroasiática. Pingvellir fue convertido en Parque Nacional en 1928 y nombrado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 2004.
Desde el centro de visitantes, donde se informa de la historia y la naturaleza de Pingvellir, sale un camino por el que puedes acceder a la falla Almannagjá y, más adelante, a la cascada que crea el río Oxará, además de a otros senderos que recorren el parque.
Haukadalur, el área geotermal islandés más visitado
En el valle de Haukadalur se halla el géiser que da nombre a todos los demás: Geysir.
Este área, activa desde hace más de 1.000 años, comprende varias fuentes termales que emiten periódicamente columnas de agua caliente y vapor al aire. Sin embargo, el famoso Geysir no entra en erupción debido a las piedras y objetos varios lanzados por algunos turistas, que lo han dejado inactivo.
La cascada de Gullfoss o Cascada Dorada es una de las cascadas que no hay que perderse en Islandia. Está formada por dos saltos de agua: el primero, de 11 metros y el segundo, de 20. La crea el río Hvitá (“Blanco”), que alimenta el segundo glaciar más grande de Islandia, el Langjökull, que fluye por un cañón cuyas paredes alcanzan unos 70 metros de altura en algunos puntos.
A principios del siglo XX, unos inversores extranjeros intentaron comprar la cascada, para producir electricidad, al granjero al que le pertenecía, Tómas Tómasson, que se negó primero, pero se la alquiló después.
La hija de Tómas Tómasson, Sigriður, luchó en los tribunales durante años para proteger este espacio natural y, finalmente, lo consiguió. El Gobierno islandés compró Gullfoss en 1940 y la cascada y su entorno fueron declarados reserva natural en 1979. Al lado del aparcamiento hay una escultura en su nombre.
Situación
Las tres maravillas que forman el Círculo Dorado de Islandia pueden verse en una ruta de un día desde Reikiavik.
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