Paseo de un día por Sevilla

Un paseo de un día por las calles de Sevilla te descubrirá la huella que dejaron pobladores romanos, árabes o castellanos a lo largo del ...

La Giralda, vista desde el barrio de Triana

Un paseo de un día por las calles de Sevilla te descubrirá la huella que dejaron pobladores romanos, árabes o castellanos a lo largo del tiempo, un descubrimiento que aumentará tu curiosidad por conocer los secretos de la bella capital de Andalucía. Y tendrás que volver para saborearla con más tiempo.

. Judería. Nuestro paseo comienza en el barrio de Santa Cruz, antiguo barrio de la judería medieval, donde residió la segunda comunidad judía más importante de España, después de la de Toledo. 


La judería medieval sevillana

Pasearás por calles estrechas cuyos nombres te llevan de la Muerte a la Vida, hasta que la salida del Patio de las Banderas te deslumbre con la Giralda, el campanario de la catedral de Sevilla. Pero antes, dos paradas más.


Primera visión de la Giralda, al salir de la Judería

. Reales Alcázares y Archivo de Indias. Se trata de dos monumentos Patrimonio de la Humanidad, al igual que lo es la catedral. Los Reales Alcázares son un palacio fortificado, con edificios de distintas épocas, utilizado como lugar de alojamiento para los Reyes de España y otros miembros de la Casa Real. 

El Archivo General de Indias, por su parte, fue creado por Carlos III para unificar la documentación referente a las colonias españolas, hasta entonces dispersa en los archivos de Simancas, Cádiz y Sevilla. Se ubica en la Casa Lonja de Mercaderes de Sevilla, construida a finales del XVI.


Archivo de Indias (izda.) y Reales Alcázares (dcha.)

. Catedral de Sevilla. Desde la Plaza del Triunfo, podrás rodear el conjunto catedralicio sevillano. Contempla la catedral gótica de mayor superficie del mundo (76 metros de ancho por 116 de largo), construida sobre la antigua mezquita de Sevilla; asómate por la Puerta del Perdón al Patio de los Naranjos, y busca en lo alto de la Giralda la estatua de bronce que hace las funciones de veleta, el Giraldillo, culpable del nombre de esta torre campanario de 104 metros.


La catedral de Sevilla, entre el Archivo de Indias y los Reales Alcázares

Y ahora, ¿qué tal una parada para comer?

La Taberna Coloniales es una elección estupenda si quieres probar una variada muestra de tapas sevillanas, y a buen precio. Poseen dos establecimientos, uno a pocos metros de la catedral, en el que podrías reponer fuerzas para continuar este paseo. Entre mis tapas favoritas, la del crujiente de berenjenas con salmorejo o miel. Para chuparse los dedos. 


Taberna Coloniales de la Catedral

Una vez repuestas las fuerzas, continuamos el paseo callejeando hasta la Plaza Nueva, donde se sitúa el consistorio sevillano.

. Ayuntamiento de Sevilla. Una de las muestras más notables de la arquitectura plateresca en Andalucía, se comenzó a edificar en el siglo XV en la que entonces constituía la plaza mayor de Sevilla, la Plaza de San Francisco. Reformado cuatro siglos después, una nueva fachada principal se orientó entonces a la Plaza Nueva, nuevo centro comercial y administrativo de la ciudad.


El Ayuntamiento de Sevilla

Después de callejear por la peatonal calle Tetúan y las aledañas, centro de compras de la ciudad, volveremos sobre nuestros pasos, esta vez por la avenida de la Constitución hasta la Puerta de Jérez.

. Hotel Alfonso XIII. Este edificio de estilo neomudéjar, que se halla entre la Puerta de Jérez, el Palacio de San Telmo y la Fábrica de Tabacos, fue inaugurado oficialmente el 28 de abril de 1929, con la celebración de un banquete presidido por el Rey Alfonso XIII y la Reina Victoria Eugenia. 

. La Fábrica de Tabacos. El edificio de la antigua Real Fábrica de Tabacos es un edificio procedente de la arquitectura industrial del siglo XVIII y actualmente es la sede del Rectorado de la Universidad de Sevilla y de algunas de sus facultades. 


Hotel Alfonso XIII (izda.) y Real Fábrica de Tabacos (dcha.)

. Palacio de San Telmo. Sede desde su construcción, a finales del XVII, del Colegio Seminario de la Universidad de Mercaderes, fue destinado a usos diversos en los siglos siguientes, hasta convertirse en la residencia oficial de los duques de Montpensier, Antonio de Orleans y Luisa Fernanda de Borbón. Propiedad, después, de la Archidiócesis de Sevilla, fue donada a la Junta de Andalucía a finales del siglo XX para albergar la sede del Gobierno de la Comunidad.

Este edificio barroco destaca por la portada de estilo churrigueresco de su fachada principal y la galería de los doce sevillanos ilustres en una de sus fachadas laterales.


Palacio de San Telmo, sede de la Junta de Andalucía


Desde aquí, por el Paseo de las Delicias, llegaremos al Paseo de Cristóbal Colón, donde se encuentra otro de los símbolos de la ciudad de Sevilla.

. La Torre del Oro. Unida en su momento por un lienzo de muralla al recinto amurallado almohade de Sevilla, cada uno de los tres cuerpos de esta torre fue mandado construir por gobernantes de épocas y estilos diferentes: el primero, por el gobernador almohade de Sevilla Abù l-Ulà (s. XIII); el segundo, por Pedro I el Cruel (s. XIV), y el tercero, por Carlos III (s. XVIII).

Declarada Monumento Histórico-Artístico en 1931, ha sido restaurada en varias ocasiones; en una de ellas, se constató que el brillo dorado que proyectaba sobre el Guadalquivir se debe a una mezcla de mortero de cal y paja prensada.


La Torre del Oro, junto al Guadalquivir

En la calle Santander, perpendicular al Paseo de Cristóbal Colón, se encuentra otra de las torres que se conservan de las murallas sevillanas, la Torre de la Plata. De vuelta al Paseo, llegarás a la Plaza de Toros de la Real Maestranza de Caballería de Sevilla, el coso taurino más antiguo de España, y el Puente de Isabel II o Puente de Triana, por el que podrás cruzar el río Guadalquivir hasta uno de los barrios más populares de la ciudad.

La Plaza de Toros de la Real Maestranza de Caballería de Sevilla, el coso taurino más antiguo de España

. Barrio de Triana. Antiguo barrio de marineros, obreros, alfareros e industriales, se ha hecho famoso por sus toreros, cantaores y bailaores de flamenco. Nada más cruzar el Puente de Isabel II, se halla la Plaza del Altozano y los restos del Castillo de San Jorge, el que fuera sede del antiguo Tribunal de la Inquisición. Desde la calle Betis, disfrutarás de unas preciosas vistas del río y del centro histórico de Sevilla, a la vez que te tomas un descanso en alguna de sus muchas terrazas. 


El Puente de Isabel II, camino al barrio de Triana

Por el puente de San Telmo, volveremos al Paseo de las Delicias, que recorreremos hasta nuestra última parada. 

. El Parque de María Luisa. Parte de los jardines del Palacio de San Telmo, propiedad de los duques de Montpensier, este parque fue donado a la ciudad en 1893 por la duquesa María Luisa Fernanda de Orleans. 

Abierto al público desde el 18 de abril de 1914, la Plaza de España es uno de sus principales atractivos. Construida como edificio principal de la Exposición Iberoamericana de Sevilla de 1929, su forma semielíptica simboliza el abrazo de España y sus antiguas colonias. Con 200 metros de diámetro y unos 50.000 metros cuadrados, todas las provincias de España aparecen representadas en sus bancos, mientras que los cuatro antiguos reinos de España se materializan en los cuatro puentes que cruzan una ría que parece querer cerrar el abrazo.


La Plaza de España, en el Parque de María Luisa

¿A que te dan ganas de fundirte en un abrazo con Sevilla?

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